Esta obra escultórica es una
de las más bellas obras del período helenístico. Posiblemente se trata de una
donación al santuario de Samotracia como agradecimiento por la victoria naval
que obtuvieron los rodios sobre las tropas de Antíoco III de
Siria (190 a. C).
Su elaboración marca el grado
máximo de dominio de lo que conocemos como técnica de paños mojados, atribuida a Fidias. Además, hay que resaltar esa
forma ondulante del cuerpo que, junto con el flamear de la ropa, aporta la sensación de realismo y un efecto
teatral de movimiento.
Para saber más:
- Mapa de la época helenística:
- Grandes obras del período helenístico: